Patología cervical: qué es y cuándo hacerla
La patología cervical incluye todas aquellas enfermedades y lesiones que aparecen sobre el cuello uterino, con especial atención a las alteraciones del cuello uterino que nos permiten identificar algunas infecciones, lesiones precancerosas y cáncer.
Para la detección de patología cervical, se recomienda realizar pruebas de Papanicolaou (Pap) regularmente a partir de los 25 años, con intervalos que varían según la edad. La vacuna contra el VPH es crucial y se administra a edades tempranas. Si los resultados son anormales, pueden requerir pruebas adicionales, como la colposcopia o la biopsia cervical. Las pautas exactas varían según la edad y las pautas médicas, por lo que es esencial seguir las recomendaciones de su médico para una detección temprana y un tratamiento adecuado en caso de anomalías.
Consulta del diagnóstico HPV
La consulta para el diagnóstico del virus del papiloma humano (VPH) generalmente involucra las siguientes etapas:
Durante una consulta médica, el profesional de la salud revisará su historial clínico, incluyendo la historia de salud sexual y cualquier síntoma que pueda estar experimentando.
2. Examen ginecológico
Para las mujeres, se puede realizar un examen ginecológico, que puede incluir una citología cervical (Papanicolaou) para detectar cambios anormales en el cuello uterino relacionados con el VPH.
3. Pruebas de VPH
Se pueden realizar pruebas específicas de VPH, como la prueba de ADN de VPH, para determinar si el virus está presente y, en su caso, identificar la cepa viral.
Si los resultados del Papanicolaou o de las pruebas de VPH son anormales, es posible que se realice una colposcopia, un examen más detallado del cuello uterino.
5. Biopsia
En algunos casos, se puede realizar una biopsia del tejido cervical para obtener más información y confirmar la presencia de cambios precancerosos o cáncer.
6. Orientación y plan de seguimiento
El médico le proporcionará información sobre los resultados y discutirá las opciones de tratamiento o seguimiento, si es necesario.
Colposcopia: qué es y cuándo se hace
La colposcopia consiste en la visualización a gran aumento del cuello uterino, mediante un aparato (colposcopio) que permite ampliar la imagen. De esta forma es posible identificar pequeñas lesiones que no serían visibles de forma directa.
Ante la sospecha de lesión cervical, se realiza una muestra de tejido del cuello (biopsia) que nos permitirá llegar a un diagnóstico y plantear el tratamiento adecuado si se precisase.
El manejo de las lesiones precancerosas del cuello y su relación con el Virus del Papiloma Humano (HPV) hace que sea necesaria una Unidad asistencial específica para la toma de decisiones individualizadas para cada paciente.
Patología cervical: síntomas y soluciones
La patología cervical, que puede incluir cambios precancerosos en el cuello uterino, suele ser asintomática en sus etapas tempranas. Sin embargo, a medida que avanza, pueden aparecer síntomas como sangrado vaginal anormal (por ejemplo, entre períodos o después de relaciones sexuales), dolor pélvico o flujo vaginal inusual.
Las soluciones para la patología cervical pueden incluir:
- Seguimiento y vigilancia: Para casos leves de cambios precancerosos, el médico puede recomendar un seguimiento regular y vigilancia para asegurarse de que los cambios no progresen
- Procedimientos mínimamente invasivos: En algunos casos, se pueden realizar procedimientos mínimamente invasivos, como la crioterapia o la cauterización, para eliminar o tratar las áreas afectadas del cuello uterino.
- Cirugía: En situaciones más avanzadas o cuando otros tratamientos no son efectivos, puede ser necesario realizar una cirugía para extirpar el tejido afectado.
- Inmunización contra el VPH: La vacuna contra el virus del papiloma humano (VPH) es fundamental para prevenir la infección por VPH y reducir el riesgo de cambios precancerosos.
- Seguimiento médico continuo: Es importante seguir las recomendaciones de nuestros profesionales para realizar exámenes de detección regulares, como el Papanicolaou, y mantener un seguimiento de la patología cervical, ya que la detección temprana es clave para un tratamiento exitoso.