ecografía prenatal diagnóstica

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Se ha establecido que, como mínimo, son necesarias tres ecografías a la largo de la gestación (primer, segundo y tercer trimestre), cada una de ellas con un propósito específico, a las que se ha unido más recientemente una cuarta ecografía entre el primer y segundo trimestre.

La ecografía puede realizarse en cualquier otro momento de la gestación, siempre que las circunstancias o riesgos fetales o maternos lo precisen.

Tampoco hay que olvidar que la visión del feto por parte de los padres establece un vínculo especial, además de darnos la oportunidad de explicar lo que se observa y tranquilizar posibles inquietudes sobre el desarrollo del feto.

En casos de riesgo o de sospecha de anomalía cardíaca fetal, también se realiza una Ecocardiografía fetal, muy específica ya que sólo va a estudiar la anatomía y la funcionalidad del corazón del feto, que precisa de una alta especialización para establecer el diagnóstico.

Ecografías

Primer Trimestre


La ecografía del primer trimestre se realiza entre la semana 7 y 8 de amenorrea, en la que se observa la localización del embarazo, el número de embriones, su vitalidad (latido cardíaco), el crecimiento (que nos permitirá datar exactamente el tiempo de gestación), así como datos precoces de algunas anomalías. Además podemos observar la presencia de hematomas, anomalías uterinas así como patología en los ovarios maternos. Se realiza por vía transvaginal.

12 Semanas


La ecografía de las 12-14 semanas se ha establecido para observar signos precoces de anomalías cromosómicas fetales, así como para concretar datos ecográficos, mediciones, que se integran en algunos test de diagnóstico prenatal para calcular algunos riesgos (fundamentalmente para el Síndrome de Down). En estas semanas, es posible observar o sospechar muchas anomalías anatómicas fetales, además de establecer el sexo fetal.


Segundo Trimestre


La ecografía de la semana 20-22 de amenorrea (en muchos centros denominada ecografía morfológica) es la más importante, ya que estudia de manera sistemática toda la anatomía fetal, descartando anomalías estructurales. Debe realizarse por personal entrenado y con ecógrafos de alta resolución. En muchos casos, también se mide la longitud del cuello del útero para detectar de forma precoz algunas amenazas de parto pretérmino.


Tercer Trimestre


La ecografía del tercer trimestre (entre la 28 y 32 semanas) permite completar el estudio anatómico previo, pero, sobre todo, para controlar el crecimiento fetal, establecer la localización de la placenta (por si interfiriera para el parto) y la cantidad del líquido amniótico. En muchos casos, es necesario realizar estudios de flujos sanguíneos en los vasos del cordón umbilical y del feto para confirmar el bienestar fetal.