La fecundación «in vitro» (FIV) consiste en obtener la fecundación de los gametos femeninos (ovocitos) fuera del organismo de la mujer (en el laboratorio). Una vez fecundados los ovocitos, un número limitado de los embriones conseguidos serán transferidos al útero de la mujer, para que allí continúen su desarrollo de forma natural. Existen dos técnicas de FIV:
La elección de una u otra técnica dependerá de las características del semen o de los ovocitos para conseguir una mejor tasa de fecundación.
De forma general, podemos dividir el procedimiento en cinco fases: