inseminación artificial

Estimulación ovárica


La inseminación artificial se puede llevar a cabo durante el ciclo natural, o después de un proceso de estimulación ovárica. Se ha demostrado en numerosos estudios que la tasa de embarazo es significativamente mayor en los ciclos en los que se estimula la ovulación que en los ciclos espontáneos.

La estimulación de la ovulación consiste en un tratamiento hormonal que se lleva a cabo con la administración de una serie de medicamentos, y que está dirigido a asegurar la ovulación.

Para su control se realizan ecografías seriadas, con los que se va comprobando el crecimiento folicular al objeto de poder decidir el momento más adecuado para realizar la inseminación.

Proceso de Inseminación


El día señalado para la inseminación debe acudir el varón a dejar la muestra de semen, que se procesa en el laboratorio para, mediante una preparación adecuada, seleccionar los espermatozoides de mejor movilidad.

Posteriormente, se realiza la introducción de los espermatozoides en la cavidad uterina a través del canal del cuello mediante un catéter flexible.

Los resultados dependen en gran medida de la edad de la mujer y de las causas concurrentes que han determinado la indicación del tratamiento. En general la media de embarazo por inseminación se encuentra entre el 5 y el 15%.

Inseminación con semen del cónyuge (IAC)


La inseminación artificial es una técnica de reproducción que básicamente consiste en la introducción del semen, previamente preparado en el laboratorio, en el interior del útero de la mujer, en un momento determinado próximo a la ovulación.

Las indicaciones por las que se realiza son:

Alteración de la ovulación.

Alteraciones leves-moderadas del semen: disminución del número o de la movilidad de los espermatozoides, y/o anomalías de los mismos.

Dificultad para que los espermatozoides lleguen a la cavidad uterina (por alteraciones en el varón o en la mujer).

Causa desconocida de infertilidad o esterilidad.

Inseminación con semen donante (IAD)


Se trata de una inseminación en la que es preciso utilizar un semen de un donante procedente de un banco de semen, previamente tratado en el laboratorio. Se recomienda la utilización de semen de donante cuando:

  • Existe azoospermia o ausencia completa de espermatozoides en el semen de la pareja.
  • Existe una importante disminución del número o de la movilidad de los espermatozoides presentes en el semen de la pareja, tras fracaso o no deseo de realizar una fecundación in vitro.
  • Cuando el varón presenta alteraciones cromosómicas o genéticas.
  • Cuando el varón presenta riesgo de transmisión hereditaria de patología.
  • Cuando la mujer no tiene pareja masculina.