¿Cuándo se implanta el embrión y cuáles son los síntomas?

Cuándo se implanta el embrión y cuáles son los síntomas

Un embrión es un ser vivo que se halla en las primeras fases de su desarrollo. Se suele extender desde la fecundación hasta que el organismo adquiere las características más específicas y distintivas de su especie. En esta ocasión, vamos a conocer cuándo se implanta el embrión, qué fases sigue y cuáles son sus síntomas.

Hablamos de embrión humano desde el momento de la fecundación y/o concepción hasta el final de la octava semana. Es a partir de aquí cuando el embrión comienza a recibir el nombre de feto. Por tanto, el embrión es el primer estado resultado de la fecundación del óvulo femenino por parte de un espermatozoide.

¿Qué es la implantación del embrión?

La implantación del embrión es el proceso por el cual el embrión se adhiere al endometrio (el revestimiento del útero en la mujer) dando inicio a la gestación. El embrión ya tiene alrededor de 7 días después de su fecundación y da inicio a su desarrollo. Es el momento preciso en el que la mujer comienza sentir los primeros síntomas del embarazo.

Pero, como veremos a continuación, para que la implantación se lleve a cabo de forma adecuada. se deben seguir una serie de pasos de manera óptima.

Qué es la implantación del embrión

¿Cuándo se implanta el embrión? 4 fases

El primer paso para saber cuándo se implanta el embrión es que el endometrio pase de un estado no receptivo a uno receptivo. Debe haber una sincronía perfecta entre el embrión y el propio endometrio. Por lo general, la ventana de implantación va desde el día 20 al 24 del ciclo menstrual de la mujer. En caso de que haya habido fecundación, bastarán unos 6-7 días para realizar la implantación embrionaria.

Las 4 fases en las que se divide la implantación del embrión son las siguientes:

Eclosión y precontacto

La eclosión y precontacto es el primer proceso que se lleva a cabo en la implantación del embrión. Aquí lo que se produce es la rotura de la cubierta externa del óvulo y la posterior salida del embrión. En esta fase, el embrión recibe el nombre de blastocisto (solo tiene 5 o 6 días de desarrollo). Es el inicio de la implantación que desembocará en un futuro en la gestación propiamente dicha.

Aposición

La aposición, por su parte, es el momento en el que el embrión se coloca de tal forma que las células que configuran su masa celular interna quedan ya orientadas hacia el endometrio. El blastocisto busca la forma de adherirse para así hacer contacto con la capa compacta del endometrio. Se produce entre los días 5 y 8 del desarrollo embrionario.

Adhesión

Ya en la adhesión, como su nombre indica, se produce el contacto entre las células del embrión y las del endometrio. Para favorecer que el embrión se adhiera mucho mejor al endometrio, existen una serie de microvellosidades o pinópodos que recubren las células uterinas. El proceso de adhesión del blastocisto al endometrio puede durar entre unos minutos o unas horas, hasta que consigue quedar totalmente adherido al epitelio endometrial.

Síntomas de la implantación del embrión

Invasión

La última fase de la implantación embrionaria recibe el nombre de invasión. Aquí las células del trofoblasto (las células de la capa externa del embrión) crean unas raíces celulares que penetran en el espesor del epitelio endometrial, logrando quedar ya ancladas de forma definitiva en el mismo. De esta manera, el embrión queda en contacto con la sangre materna para poder nutrirse.

Síntomas de la implantación del embrión

La mujer puede saber cuándo se implanta el embrión a partir de unos síntomas muy significativos:

  • Sangrado de implantación (unos días después de la implantación), escaso y de color marrón – rosado.
  • Dolor de implantación muy similar al dolor menstrual.
  • Hinchazón de la areola y los pezones en las mamas.
  • Dolor o molestias en la zona lumbar.
  • Episodios de diarrea o estreñimiento.
  • Acidez de estómago.
  • Ganas frecuentes de orinar.
  • Somnolencia o cansancio general.
  • Náuseas, vómitos o mareos.
  • Intolerancia a algunos olores o alimentos.

La mayoría de estos síntomas son indicativos de la presencia de la implantación embrionaria. No obstante, el hecho de no tenerlos no implica que no se haya podido realizar el proceso.